
Valentia Biologics quiere ayudarte a descubrir las herramientas básicas del antiaging; para ello contamos con la ayuda de Victoria Baras, autora del libro Antiaging Natural, un programa para regenerar el cuerpo y revitalizar la mente (Ed. RBA) un clásico en la materia que va ya por su sexta edición y que puedes adquirir a través del enlace a pie de página. En este artículo te explicamos qué hacer para que no te ocurra como a una manzana partida por la mitad, que al rato comienza a adquirir una tonalidad más oscura perdiendo su tersura y lozanía.
¿Sabías que por el simple hecho de respirar, de tomar el sol, de practicar un deporte, nuestro cuerpo se oxida? Esto dicho así parece un contrasentido. -¿No habíamos quedado que caminar al menos 45 minutos al día a paso rápido es sano? ¿Cómo me dices ahora que me oxido? ¿Qué hago pues, aguantar la respiración? -¡Que no cunda el pánico! Permíteme que me explique…
Qué son los Radicales Libres (RL)
Todos sabemos que la energía ni se crea ni se destruye, sino que se transforma, y nuestro cuerpo no es una excepción: necesita energía para funcionar. Al respirar o alimentarnos ponemos en marcha un proceso mediante el cual la célula toma combustible, ya sea oxígeno o nutrientes, y lo transforma en energía generando así la fuerza vital para desarrollar desde la más simple hasta la más compleja actividad orgánica: pensar, bombear sangre, cerrar una herida, crecer el cabello… Sin embargo para proporcionar esa energía ha de quemar combustible, y ello genera residuos en forma de gases o de sólidos, al igual que una cálida chimenea además de calor desprende dióxido de carbono dejando el poso de cenizas en que se ha convertido la leña del hogar. En el caso de nuestro organismo, entre estos residuos hallaremos los protagonistas de este artículo: los Radicales Libres.
Los Radicales Libres son moléculas muy inestables que tienen un electrón o más, desapareado en su órbita externa. Debido a su tendencia a captar y unirse a átomos de hidrógeno de otras moléculas, los Radicales Libres son tremendamente reactivos. Al enlazar sus electrones no pareados con electrones ajenos, pueden dañar las moléculas a las que se unen. Este fenómeno puede afectar al ADN, a proteínas que formen tejidos (por ejemplo la piel) y a las membranas lipídicas de todas células, degradándolas e impidiendo su funcionalidad: es lo que conocemos como daño oxidativo.
Radicales Libres y Antioxidantes: ¿cuál es su relación?
Si bien es cierto que nuestro cuerpo produce constantemente intercambios bioquímicos que generan Radicales Libres, también es cierto que nuestro maravilloso organismo tiene la capacidad de neutralizarlos produciendo Antioxidantes a fin de mantener el equilibrio.
Los radicales libres no son únicamente los villanos de la película: muchas reacciones químicas toman como base Radicales Libres, por ejemplo algunas células de nuestro sistema inmunitario los utilizan como munición para eliminar bacterias enemigas. Mantener la adecuada proporción entre Radicales y Antioxidantes es pues fundamental para el organismo. Solamente cuando aquellos aumentan en exceso y los Antioxidantes quedan en minoría se produce el desequilibrio que puede llevar al envejecimiento celular.
Nuestro maravilloso organismo tiene la capacidad de neutralizar los Radicales Libres a través de la producción de Antioxidantes para mantener el equilibrio.
¿Por qué se pierde el equilibrio entre Radicales y Antioxidantes?
El Dr. Hartman, premio Nobel en 1975, fue el primer científico que planteó el papel de los radicales libres en el envejecimiento y los factores que propician que nuestro organismo se vea superado por ellos. Entre ellos hallamos: el estrés sostenido (distrés), el exceso de sol que produce fotoenvejecimiento, visible en manchas oscuras en manos y rostro, la polución medioambiental y los tóxicos que utiliza la industria alimentaria, desde plaguicidas hasta colorantes y conservantes, el alcohol, tabaco y otras drogas, los medicamentos que sobrecargan hígado y riñones, las infecciones crónicas, ya sean producidas por hongos como la Candida Albicans o víricas (Herpes, hepatitis, Epstein Barr) y, por último la edad.
¿Qué son los Antioxidantes?
Los antioxidantes son pues sustancias capaces de donar un electrón a los inestables Antiradicales para que se vuelvan inofensivos. De hecho se “oxidan” ellos. El cuerpo los produce en la debida proporción, como hemos visto anteriormente; son los antioxidantes llamados “endógenos”.
Con el tiempo y también bajo las situaciones enunciadas más arriba (estrés, exceso de sol, etc) la síntesis de antioxidantes propios puede no ser suficiente y éstos se ven desbordados por la enorme carga tóxica a la que se enfrentan cada día. ¡Pero no te preocupes porque tenemos un as en la manga! ¿Qué digo? ¿Un as? ¡No! ¡Tres ases en la manga! Vamos a verlos:
- Adopta un estilo de vida Antiaging, esto es:
- Gestiona el estrés practicando técnicas de relajación, yoga, mindfulness o meditación para conseguir un mayor equilibrio vital.
- Descansar suficientemente es asimismo esencial; acuéstate temprano, el sueño durante las horas que preceden a las 12 de la noche es más reparador.
- Sincronízate con tu reloj biológico respetando sus ciclos en la medida de lo posible: Come siempre siguiendo un horario y no te saltes comidas… ¡ni las vacaciones! Las etapas de actividad deben ir seguidas del necesario reposo o inactividad: ¡no hay más que observar la naturaleza y sus estaciones!
- Reconectar con la naturaleza: sal a pasear al campo o la montaña siempre que puedas, especialmente tras la lluvia, cuando el ambiente está cargado de iones negativos. Date “baños de bosque” o practica una actividad suave al aire libre: senderismo, piragüismo, bicicleta… ¡todo vale!
- El segundo punto está relacionado con la alimentación. La madre naturaleza es muy generosa a la hora de ofrecernos alimentos llenos de antioxidantes benéficos a la par que ricos al paladar. Se trata de pigmentos vegetales que llenan de color nuestros mercados con frutas y verduras de estación: el rojo intenso de fresas, cerezas, tomates y pimientos; el granate de frambuesas y granadas; el morado de las uvas, arándanos y moras silvestres; el anaranjado del melón Cantallup, la papaya y las naranjas; el amarillo oscuro de los pomelos; el calabaza que da el color característico a hortalizas que llevan su nombre, así como de las zanahorias… pero no todos los pigmentos provienen del reino vegetal. La astaxantina por ejemplo se halla en el salmón, el Selenio es un mineral y la Coenzima Q10 se aisló por primera vez en 1957 en el corazón de la vaca. Desde entonces la lista de sustancias antioxidantes no ha dejado de crecer, si bien algunas se llevan la palma por la cantidad de efectos beneficiosos sobre la salud humana.
Los alimentos o sustancias antioxidantes son “dadoras de electrones”, es decir, evitan que los Radicales Libres oxiden nuestras células oxidándose ellos mismos, para, de esta manera, neutralizarlos. Se trata entonces de Antioxidantes exógenos.
Para medir dichos efectos, se creó una tabla de puntuación O.R.A.C. (Oxygen Radical Absorbance Capacity). Según el Ministerio de Agricultura de EEUU deberíamos tomar entre 3000 y 5000 unidades ORAC diariamente para contrarrestar la producción de Radicales Libres en nuestro organismo.
Los antioxidantes son sustancias capaces de donar un electrón a los inestables Antiradicales para que se vuelvan inofensivos. De hecho se “oxidan” ellos.


¿Qué alimentos tienen mayor capacidad antioxidante?
Siempre según dicha institución y tomando como referencia su puntuación ORAC, estos son los reyes con mayor poder antioxidante:
- Cúrcuma
- Perejil
- Cacao
- Jengibre en polvo
- Arroz integral
- Alga espirulina
- Arándano rojo
- Lentejas
- Ajo
- Soja
- Granada
- Pimiento rojo
- Almendras crudas
- Fresas
- Cereza
- Naranja
- Melocotón
- Rábano
- Té verde
- Boniato
- Zanahoria
He dejado para el final dos especias que todos tenemos en la cocina y que concentran el mayor poder antioxidante: el romero y el clavo de olor. Masticar uno de los dos (o ambos) camino a la oficina puede proveernos de moléculas antioxidantes de forma sencilla.
La lista es muy larga. En general podemos quedarnos con el concepto de que los pigmentos con los que las verduras, frutas y hortalizas se protegen de los Radicales Libres que les produce el bienhechor astro rey, pueden servirnos a nosotros como antioxidantes.
- La tercera herramienta Antiaging es la toma de suplementos antioxidantes.
Linus Pauling fue un científico que dedicó gran parte de su vida a investigar el papel de la alimentación y de los nutrientes en la salud. En 1954 recibió el Premio Nobel de Química. Se le considera el “padre” de la vitamina C, de la cual él mismo consumía 10 gramos diarios, además de otras vitaminas como la E, asimismo excelente antioxidante. Hoy día existen cientos por no decir miles de publicaciones y estudios dedicados a la vitamina C y su impacto en la salud.
Sin embargo, a diferencia de otros mamíferos, el ser humano no es capaz de sintetizar vitamina C, así que ha de ingerirla en la dieta o mediante suplementación. Es evidente que para llegar a los 10 gramos del Dr. Pauling deberíamos tomar toneladas de fruta y verdura que nuestro organismo no podría digerir. Es la oportunidad de recurrir a los suplementos alimenticios también conocidos como nutracéuticos.
¿Los mejores suplementos Antioxidantes?
La L-Carnosina es un dipéptido de origen natural que actúa apoyando la función saludable de las células. Por una parte, protege a las células contra el daño de los radicales libres, ya que es un antioxidante, y, por otro lado, inhibe la glicación de las proteínas, una de las principales causas del envejecimiento acelerado del cerebro, la piel y de otros tejidos de nuestro organismo. Es un gran protector contra los problemas neurodegenerativos.
Estudios clínicos sugieren que, tras dos meses de suplementación con L-carnosina, la persona experimenta aumento de energía y vitalidad.
Ácido Alfa-Lipoico. Se trata de un antioxidante todoterreno ya que protege de la oxidación tanto lípidos como proteínas, además es capaz de reciclar otros antioxidantes como las vitaminas C y E. También restaura el poder antioxidante del principal antioxidante endógeno del hígado: el Glutation. El ácido Alfa-Lipoico debería acompañar todos los protocolos detox, ya que ayuda al hígado en su función depurativa frente a metales pesados como arsénico, cadmio, plomo y mercurio.
El ácido Alfa-Lipoico también colabora en la función mitocondrial, siendo muy valioso para convertir los nutrientes en ATP, que son las unidades de energía que utiliza nuestro organismo.
La Coenzima Q10, es del siglo XXI uno de los antioxidantes estrella. Como sabemos las mitocondrias son las “centrales energéticas” de las células: favorece la transformación de grasas y azúcares en energía facilitando la función mitocondrial responsable del vigor y la energía no solo muscular sino también en las células cerebrales, hepáticas y en general de todos los órganos y sistemas, incluido el sistema inmunitario. La falta de suficiente energía en el cerebro, por ejemplo, podría llevar a una inadecuada producción de sustancias químicas cerebrales.
La Coenzima Q10 es un excelente neuroprotector, cardioprotector, antifatiga, que promueve la fuerza y evita la degeneración muscular y las lesiones mitocondriales.
El Resveratrol es una sustancia que podemos hallar en la piel morada de las uvas y también en sus semillas. Este antioxidante fue descubierto a raíz de unos estudios que ponían de relieve lo que vino a denominarse “la paradoja francesa”. En efecto, la cocina francesa es rica en grasas animales como mantequilla y nata, sin embargo la población francesa no sufre tantos problemas cardiacos como otras sociedades que también utilizan ese tipo de grasas, ¿por qué?.
La razón es que toma vino tinto en lugar de cerveza u otros licores. La concentración de Resveratrol en el vino tinto aunque no es alta, es suficiente para ejercer un papel protector si se consume cotidianamente, ya que esta sustancia impide la oxidación del “colesterol malo” (LDL) y reduce la agregación plaquetaria.
El Resveratrol tiene asimismo impacto en el tejido conectivo que puede ayudar en la diabetes por su capacidad de cicatrización y regeneración (pié diabético) así como prevenir varices, siendo al mismo tiempo un protector frente a enfermedades neurodegenerativas.
Otros estudios han puesto el punto de mira en la capacidad del Resveratrol para activar una proteína denominada Sirt1, asociada a la longevidad. Sabíamos que el ayuno prolonga la esperanza de vida precisamente activando esta proteína, pues bien, el Resveratrol imita la función del ayuno en este aspecto ya que activa la Sirt-1. El Resveratrol también se extrae de la raíz del Centidonia Japonesa así como de los arándanos y cacahuetes.
Bueno amig@s, vamos acabando.
Espero que estas líneas hayan servido para desvelarte uno de los “trucos” de medicina antienvejecimiento de las mejores clínicas Antiaging, hoy día al alcance de todos. Se trata de envejecer con salud, y para ello no hay nada mejor que prevenir. Aunque con la prevención de la oxidación no podamos asegurar hallarnos en posesión del elixir de la eterna juventud, adoptar el estilo de vida que propone mi Antiaging Natural y suplementarnos con un buen Antioxidante, es ya un primer e importante paso.
Un cariñoso saludo,
Victoria Baras
Conoce más de la autora: www.victoriabaras.com
Sinópsis
Antiaging Natural, un Programa para regenerar el cuerpo y revitalizar la mente (Ed. RBA).
El aumento de la esperanza de vida provoca un creciente interés por el antiaging, una disciplina que utiliza nutrientes de gran poder regenerativo para tratar y prevenir los efectos del envejecimiento.
La autora nos invita a tomar conciencia y asumir nuestra propia responsabilidad para cumplir años manteniendo la calidad de vida, desvela de forma práctica y rigurosa cómo envejece el cuerpo y nos proporciona las herramientas a nuestro alcance pararalentizar el proceso.
Finalmente nos anima a pasar a la acción en un entorno de magia e introspección: el Ritual de iniciación a la sabiduría.
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