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Qué se puede tomar para subir las defensas del cuerpo

El sistema inmunitario es el sistema de defensa que tiene el organismo para protegerse frente a agresiones externas.

Disponemos de diferentes barreras naturales que suponen una primera defensa para el organismo. Éstas son: la piel, que evita que puedan invadirnos patógenos a no ser que esté dañada por una herida, quemadura, picadura, etc., las mucosas que encontramos en boca, nariz o párpados, la vías respiratorias que se encargan de filtrar partículas externas que se encuentran en el aire o el sistema genito-urinario urinario que elimina las posibles bacterias que hayan podido alcanzar la uretra mediante la expulsión de la orina y con el medio ácido presente en la vagina, evita que haya sobrecrecimiento de bacterias patógenas.

Por otra parte, también tenemos órganos internos que se encargan de defendernos desde el interior que despliegan toda una serie de medios que nos permiten relacionarnos con el exterior conservando la salud en el caso de que esas primeras barreras externas fallen. Estos órganos son el bazo, el timo, tejido y ganglios linfáticos, células sanguíneas y la médula ósea.

Si nuestro sistema inmune funciona bien, cuando existe alguna amenaza, reacciona eliminando los patógenos causantes de la infección. Pero, ¿qué podemos hacer si tenemos las defensas bajas y nuestro organismo se ve más expuesto a agentes externos?

Cómo subir las defensas

Para saber cómo subir las defensas primero sería interesante conocer qué debilita nuestro sistema inmune. De esta forma podemos cambiar aquellos hábitos que nos hacen más propensos a padecer enfermedades.

Por ejemplo, la alimentación siempre es fundamental. El sistema inmune necesita de vitaminas, minerales, ácidos  grasos esenciales y aminoácidos para funcionar correctamente. Sin estos nutrientes, el sistema inmune flojea y deja paso a la aparición de enfermedades. Por este motivo llevar una dieta saludable rica en frutas y verduras siempre es una buena opción.

Dormir pocas horas, alterar los ciclos de sueño o no descansar nos lleva a padecer desequilibrios hormonales y exponernos a un estrés crónico que altera el sistema inmune. Ser disciplinados y conseguir una buena higiene de sueño nos ayudará a mantener las defensas alerta.

El consumo de alcohol y tabaco, algunos medicamentos y la obesidad predisponen a padecer inflamación crónica que debilita al sistema inmune y es causa de gran cantidad de enfermedades cada vez más comunes entre la población.

Y el estrés, sobre todo para aquellas personas que se encuentran expuestas a él de manera constante, fomenta el aumento de los niveles de cortisol, que hace que se libere menos cantidad de proteínas encargadas de controlar el crecimiento y actividad de células inmunitarias (la citoquina proinflamatoria interleukina 1-β) impidiendo que se medie correctamente la respuesta inmunitaria inflamatoria.

El sistema inmune necesita de vitaminas, minerales, ácidos  grasos esenciales y aminoácidos para funcionar correctamente. Sin estos nutrientes, el sistema inmune flojea y deja paso a la aparición de enfermedades.

Cómo subir las defensas de forma natural

Así pues, si queremos que nuestras defensas suban como la espuma tenemos que invertir todas estas malas costumbres que  hemos ido adquiriendo o que por circunstancias estamos sufriendo.

En lo que respecta a la alimentación, comer alimentos de origen vegetal (fruta, frutos secos, verdura, hortalizas, legumbres, semillas,…) aporta antioxidantes que ayudan a disminuir la inflamación, ya que la acumulación de radicales libres en altos niveles es una de las causas de su aparición. Además, la fibra contenida en estos productos sirve de prebiótico para la microbiota intestinal (bacterias beneficiosas del intestino) lo que mejora el sistema inmune evitando que patógenos puedan entran a través del tracto digestivo. Y las vitaminas que obtenemos con la ingesta de estos alimentos facilitan que aumente la respuesta inmunológica y mantiene la integridad de las mucosas, que actúan de barrera natural contra las infecciones.

También resulta interesante el aporte de probióticos (bacterias beneficiosas) que obtenemos al consumir alimentos fermentados (yogur, kombucha, kéfir, chucrut,…) y que repoblan y fortalecen la microbiota intestinal.

Además, tener el la despensa productos ricos en omega-3 y aceite de oliva nos será da utilidad gracias a su gran poder antiinflamatorio.

De igual modo, es recomendable limitar la ingesta de azúcares añadidos y carbohidratos refinados, que son altamente inflamatorios y fomentan el sobrepeso y la obesidad, factores que aumentan el riesgo de enfermedad.

Tal y como hemos dicho anteriormente, la falta de sueño y descanso hace que nuestro sistema inmune baje la guardia. Un adulto debería dormir como mínimo de 7 a 8 horas diarias. Acostarse todos los días a la misma hora, hacer ejercicio moderado, evitar pantallas una hora antes de acostarse o dormir en una habitación totalmente a oscuras puedes ser cosas que nos ayuden a conciliar el sueño y dormir mejor cuando somos propensos a sufrir alteraciones.

Hacer ejercicio regular y moderado reduce la inflamación, ayuda a que se regeneren las células inmunitarias de forma regular y, además, nos puede ayudar a combatir el estrés, otro factor inflamatorio a evitar en nuestro propósito de subir las defensas. La  meditación, el yoga y otras prácticas enfocadas a conseguir la atención plena son una muy buena opción para conseguirlo.

¡Y no olvidemos la hidratación!

La falta de sueño y descanso hace que nuestro sistema inmune baje la guardia. Un adulto debería dormir como mínimo de 7 a 8 horas diarias.

Qué tomar para subir las defensas

Además de estos consejos para reforzar el sistema inmune, es muy recomendable echar mano cuando sea necesario de suplementos que pueden fortalecerlo.

Algunos de estos suplementos son:

  • Probióticos: Repueblan las bacterias beneficiosas de las diferentes mucosas del organismo e incluso de la piel.
  • Vitamina D3: El déficit de Vitamina D puede hacernos más propensos a enfermarnos, ya que desarrolla un papel importante en la correcta función del sistema inmunitario. Es recomendable que estos estén formulados en base de aceite de oliva para que su absorción sea óptima.

  • Zinc: El Zinc es un mineral esencial que activa más de 70 enzimas, por lo que interviene en muchos procesos fisiológicos ayudando a mejorar la función inmune, interviniendo en el mantenimiento de los huesos, piel, pelo y uñas, y protegiendo la visión. Cuando a un suplemento de Zinc se le añade vitamina B6 y C, hace que sea más biodisponible. Además, es muy importante que incluya cobre es su formulación para evitar que se produzca un déficit del mismo.
  • Vitamina C: La vitamina C ayuda a mantener el funcionamiento adecuado de nuestro sistema inmune. Como nuestro organismo no puede sintetizarla por sí mismo, es crucial poder obtenerla a partir de alimentos o en altas dosis a través de la ingesta de suplementos que la contengan.

¿Qué hace subir las defensas?

En conclusión, si quieres que tus defensas se vengan arriba recuerda que los cambios en los hábitos de vida son fundamentarles para darles ese empujón que necesitan.

Reduce niveles de estrés, haz ejercicio regularmente, mantente hidratado, cuida tu dieta y reduce el consumo de azúcares.

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Si tienes cualquier cuestión, no dudes en ponerte en contacto con nosotras, estaremos encantados de atenderte en el teléfono 963524617 o por mail en la dirección pedios@valentiabiologics.com

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