
¿Pueden tomarse probióticos al mismo tiempo que antibióticos?
Por las características básicas de cada producto, sobre el papel parece que la ingesta de probióticos y antibióticos es incompatible y que no se puede tomar uno si se ingiere el otro.
Pero existen unos condicionantes bajo los cuales se puede permitir al cuerpo beneficiarse de los efectos de los antibióticos, pensados para eliminar cualquier colonia de bacterias que se haya asentado en nuestro organismo, al mismo tiempo que de los probióticos, pensados para fomentar el crecimiento de un tipo determinado de bacterias en nuestro cuerpo.
La clave de estos dos productos está en el tipo de bacterias sobre el que tienen influencia. La diferencia entre un antibiótico y un probiótico es que el primero, casi siempre un derivado de la penicilina, es un tipo de producto que actúa sobre todas las bacterias sensibles, algunas incluso beneficiosas.
En cambio, el segundo lo que hace es fomentar el asentamiento de un tipo de bacterias beneficiosas para el funcionamiento del organismo. Pero estas bacterias, por muy beneficiosas que sea, pueden no acabar cumpliendo su función precisamente si existe un bactericida como la penicilina, que acaba con la vida de estas bacterias.
Cuándo tomar probióticos con antibióticos
A pesar de que las características de los probióticos y los antibióticos son totalmente opuestas, el consumo de ambos productos combinados está recomendado, precisamente para paliar la carencia que un medicamento bactericida puede ocasionar sobre el organismo. Y es que no hay que olvidar que los antibióticos pueden mermar las colonias de bacterias no patógenas que cumplen una función beneficiosa en nuestro cuerpo.
Por norma general, se recomienda dejar pasar un intervalo de tiempo de al menos dos horas entre la toma de un antibiótico y un probiótico, precisamente para evitar incompatibilidades entre sí y que ambos productos puedan cumplir su función.
Muchos expertos insisten en que la ingesta de probióticos es fundamental durante la antibioterapia, precisamente para ayudar al cuerpo a recomponer el número de bacterias beneficiosas destruidas durante el proceso.
A pesar de que teóricamente se trata de productos que no se pueden tomar de forma combinada, los estudios más recientes sí han demostrado que sí se puede compensar el número de bacterias benignas destruidas incorporando un probiótico.
En este sentido, el mejor probiótico para contrarrestar el antibiótico parcialmente y sus efectos nocivos sobre la flora intestinal es el que contiene los conocidos como lactobacilos GG, que pueden ayudar a mitigar la molesta sensación en el vientre que se produce precisamente por la descompensación existente en la flora intestinal.

La ingesta de probióticos es fundamental durante la antibioterapia, precisamente para ayudar al cuerpo a recomponer el número de bacterias beneficiosas destruidas durante el proceso
Cómo tomar probióticos con antibióticos
Aunque existen antibióticos en distintos formatos, la vía de consumo más común es la oral. No es cierto que los probióticos y los antibióticos no puedan tomarse a la vez, pero sí se tiene que dejar pasar un lapso de tiempo de al menos dos horas entre la toma de un comprimido y otro.
Es muy posible que, en caso de tener que recurrir a la antibioterapia, sea el propio profesional el que recomiende la ingesta de un probiótico para evitar o prevenir ciertos problemas asociados a estas terapias. Y es que, como decíamos, los antibióticos pueden ser capaces de acabar con las bacterias beneficiosas presentes en el cuerpo.
Uno de los problemas asociados a las antibioterapias es la destrucción de una parte importante de la flora intestinal. Esto puede provocar importantes diarreas que, aunque benignas, no dejan de ser molestas.
Teniendo en cuenta que la principal diferencia entre un antibiótico y un probiótico reside en la capacidad de uno de fomentar el crecimiento de las bacterias al tiempo que el otro actúa contra ellas, disponer de un tipo de suplemento capaz de evitar la destrucción masiva de bacterias con potencial benigno en el cuerpo es la mejor opción.
El mejor probiótico para que el antibiótico no acabe con la flora intestinal y se produzcan contraindicaciones importantes en el sistema gástrico y excretor es el que contenga lactobacilos GG. Como mencionábamos antes, este tipo de bacterias juega un papel clave en la preservación de la flora intestinal y puede ayudar a hacer menos evidentes las consecuencias de una antibioterapia. En Valentia Biologics puedes encontrar un producto perfecto para estos casos, ABxSupport. Tiene lactobacilos, además de otros compuestos beneficiosos para el tracto intestinal en caso de diarrea, por ejemplo, como es el S. Boulardii y otras cepas complementarias.

El método de ingesta de estos productos es el mismo si el antibiótico fuese administrado por vía intravenosa, ya que la única diferencia es el tiempo de aplicación del tratamiento. El lapso mínimo que debe pasar para que el probiótico pueda hacer efecto es de unas dos horas, por lo que es recomendable planificar de antemano las dosis y las horas de toma de cada una.
¿Es bueno tomar probióticos con antibióticos?
Sí, tomar unos y otros no es incompatible siempre que se respeten los intervalos de tiempo que han de pasar entre la toma de unos y otros. La principal diferencia entre un antibiótico y un probiótico es que el primero destruye bacterias mientras que el segundo fomenta su crecimiento, motivo por el cual se recomienda ingerirlos de forma separada.
El mejor probiótico para que el antibiótico no dañe demasiado las colonias de bacilos benignos del organismo tendrá que ser definido por un equipo de profesionales y expertos en este tipo de complementos alimenticios.
Disponer de un tipo de suplemento capaz de evitar la destrucción masiva de bacterias con potencial benigno en el cuerpo es la mejor opción
