
¿Para qué sirve el aceite de linaza?
El aceite de linaza procede de las semillas de lino, Linum usitatissimum, unas semillas que son ricas en ácido alga linolénico, un ácido graso esencial Omega-3 saludable para el corazón. Las semillas de lino son conocidas por tener un elevado contenido en fibra soluble, lo que hace que sean un acompañamiento ideal para muchos desayunos y meriendas. El seguimiento de una dieta rica en fibra es recomendable, y el aceite de linaza, como producto elaborado a partir de estas semillas, recoge muchos de los puntos fuertes de la materia prima.
Además, las semillas de lino se pueden usar enteras, trituradas o en polvo, a modo de alimento o como harina. El consumo del aceite de linaza se puede disfrutar tanto en botellas convencionales como en cápsulas, con dosis más reducidas que ayudan a medir la cantidad que se consume a diario.

¿Qué es el aceite de linaza?
Es el producto que se extrae del prensado de las semillas de lino. Por tanto, hablamos de un producto 100% genuino, derivado de las semillas y que recoge muchos de los puntos fuertes que hacen de las semillas de esta especie vegetal un producto tan interesante. Su consumo está asociado de manera más generalizada a décadas pasadas, pero a día de hoy se sigue consumiendo.
La linaza es la fuente original de origen vegetal que tiene más dosis concentradas de ácidos grasos Omega 3, y cuyo tallo se suele utilizar para la elaboración de tejidos.
El aceite de linaza es rico en lípidos, glúcidos, proteínas de origen vegetal (en proporciones elevadas, hasta un 25%), esteroides y sales minerales.

Usos del aceite de linaza
El aceite de linaza está popularizado como aceite de origen vegetal apto para el consumo humano. Se puede consumir crudo en cápsulas, con tostadas, en una ensalada o en un plato de pescado, o incluso con hortalizas cortadas en el momento para darles un toque de sabor diferente. Las semillas de lino se caracterizan por su aroma característico, y el sabor del aceite de lino mantiene muchas de las notas que hacen especiales a las semillas de las que procede.
Pero el aceite de linaza tiene más usos, aparte de alimenticio. Es un excelente hidratante de superficies porosas como la madera, y de hecho se sigue empleando como lubricante y a modo de barniz para superficies amaderadas y para la adecuada conservación de puertas, marcos y superficies de madera auténtica que presenten síntomas de desgaste.
Además, al conservar su aroma natural, le puede dar a superficies de interior un aire diferente y puramente natural, diferente a cualquier ambientador artificial, perdurando por más tiempo y ofreciendo unas notas propias de la miel en las zonas próximas a las superficies de madera en las que se haya aplicado aceite de lino.
La linaza es la fuente original de origen vegetal que tiene más dosis concentradas de ácidos grasos Omega 3, y cuyo tallo se suele utilizar para la elaboración de tejidos.

El aceite de linaza es un producto de origen vegetal que procede de una semilla rica en ácidos grasos Omega 3, un elemento que se traspasa en volúmenes variables al aceite cuando se elabora y que está presente en este compuesto. Por tanto, el aceite de linaza puede llegar a ser un potencial aliado en determinados supuestos para incrementar las cantidades de Omega 3.
Pero también puede ser interesante si lo vemos desde otros prismas. Por ejemplo, se sabe que la linaza tiene una capacidad alta de retención de líquidos. Si bien es aconsejable que esto no suceda en determinados casos, sí puede llegar a ser de ayuda en determinadas circunstancias para el posible mantenimiento de las mucosas.
Incluso puede que llegase a dejarse notar en aquellas zonas encargadas de mantener la piel hidratada, pero hay que tener en cuenta que el consumo general de aceite debe ser moderado y mantenerse dentro de los límites de lo que se considera saludable, por lo que hay que medir bien las cantidades. De ahí que el consumo en cápsulas tenga tanto sentido.
Aunque es rico en lípidos, el aceite de lino es un producto que, por tener su origen en una semilla con una elevada concentración de ácidos grasos Omega 3, podría ser potencialmente bueno como aliado dentro de lo que entendemos como productos hipolipemiantes.
Sin embargo, como siempre, es importante el seguimiento de una dieta rica en frutas y verduras, con alta presencia de legumbres y con un contenido escaso o nulo de azúcares y grasas saturadas.
En cuanto a otras posibles propiedades, como producto oleoso que es, el aceite de lino podría llegar a ser beneficioso desde el punto de vista de la hidratación externa de la piel, más allá de su posible papel como agente colaborador en la misión permanente que tenemos hoy en día de mantener la piel hidratada.
Además, conviene tener en cuenta que casi todos los aceites crudos proceden de semillas o productos de origen vegetal, como la oliva o la semilla de lino, que pueden ser, dentro del marco de una alimentación saludable, posibles aliados en otros frentes. Pero cabe mencionar que todas las propiedades que tiene el aceite de linaza desaparecen si no se lleva un estilo de vida activo, algo que pasa con cualquier otro aceite. Un estilo de vida basado en la práctica de deporte moderada entre dos y tres veces por semana, y en el seguimiento de una alimentación saludable
