Cómo cuidar el corazón naturalmente

El corazón es nuestro motor y, como cualquier motor, necesita de los cuidados pertinentes para que siga funcionando de forma correcta. Actúa a modo de bomba suministrando, a través de la sangre, oxígeno y nutrientes a cada una de las células del organismo. Si conseguimos mimarlo controlando los factores de riesgo podemos llegar a reducir en un porcentaje bastante elevado la que se considera primera causa de muerte prematura a nivel mundial.

Cómo cuidar el corazón

Existen algunas pautas que podemos seguir para mantener nuestro corazón sano y saludable.

Tener una alimentación equilibrada es la clave. Lo que comemos influye de tal manera que concienciarnos de que nuestras comidas sean a base de alimentos frescos, evitando grasas trans y azúcares refinados, y por supuesto, incluir fruta y verdura en nuestro día a día es primordial. Cuidar de esta forma la alimentación hará que podamos controlar mejor los factores de riesgo como el colesterol, la hipertensión o la diabetes.

Abandonar el alcohol y el tabaco. Un consumo elevado de alcohol está relacionado, aparte de otras enfermedades no coronarias, con hipertensión arterial, infarto cerebral o enfermedad vascular periférica, con lo que reducir su consumo es muy recomendable para evitar este riesgo. Y lo mismo pasa con el tabaco. Es la primera causa de muerte prevenible. Uno de los principales problemas que implica el tabaco es el desarrollo de enfermedades cardiovasculares ya que promueve la aparición de arteriosclerosis y en consecuencia el desarrollo de enfermedades como la angina de pecho o el infarto agudo de miocardio. Además, abandonar el hábito de fumar tiene consecuencias muy positivas a corto y medio plazo. Existen estudios que aseguran que ya hay efectos significativos desde el primer año de abandono. El riesgo de muerte de los exfumadores es inferior al de fumadores actuales y en unos 10-15 años se iguala el riesgo al de quienes no han fumado nunca.

Controlar la presión arterial de forma regular es importante para evitar que aparezcan episodios de hipertensión repentinos que puedan llevarnos a padecer algún evento cardiovascular.

Cuando los niveles de colesterol LDL en sangre se encuentran por encima de los niveles recomendados y se deposita en las capas internas de los vasos sanguíneos aparecen las capas de ateroma impidiendo que la sangre circule con normalidad. Si esto ocurre, existe un factor de riesgo cardiovascular que si no es tratado a tiempo nos podrá llevar a padecer un accidente cardiovascular. Por este motivo, controlar los niveles de colesterol en sangre y mantenerlos dentro de los rangos adecuados es importante para disminuir el riesgo.

Vigilar los valores de glucemia ya que, si se acumula glucosa en la sangre, los vasos sanguíneos se irán deteriorando poco a poco, acelerando la aparición de aterosclerosis y por lo tanto aumentando el riesgo de padecer cualquier tipo de accidente cardiovascular. En el caso de ser diagnosticada una diabetes, será importante ser tratada a tiempo para reducir la aparición de enfermedades cardíacas y cerebrovasculares.

Hacer ejercicio y mantenerse activo ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades de corazón. Por ese motivo es aconsejable que por lo menos 5 veces a la semana se hagan alrededor de 30 minutos de actividad física moderada.

Cómo cuidar el corazón después de un infarto

El infarto de miocardio consiste en la muerte (necrosis) de las células del corazón o parte de ellas debido a que se ha producido una falta de riego sanguíneo en la zona. Esto se produce porque hay un deterioro, estrechez (estenosis) u obstrucción de las arterias del corazón como consecuencia de la acumulación de placas de ateroma y células inflamatorias en las paredes de estas arterias.

Cuando una persona acaba de sufrir un episodio de este tipo es normal que se pregunte si podrá llevar una vida normal, hacer deporte, retomar su trabajo, viajar… Es cierto que habrá que hacer modificaciones en el estilo de vida porque a la vista está que algo no funcionaba bien, pero la clave se centra más que nada en cambiar patrones en los factores de riesgo como puede ser el dejar de fumar, o reorganizar los hábitos alimenticios.

En la mayor parte de los pacientes que sufren un infarto lo más normal es que puedan recuperar la vida que llevaban antes, e incluso la mayoría afirman sentirse mejor ya que, al eliminar tabaco y empezar a hacer ejercicio y cuidar la alimentación, la calidad de vida mejora. Sólo en los casos en los que ha sido afectada mucha parte de la musculatura cardíaca los pacientes tendrán limitaciones de por vida.

Hacer ejercicio y mantenerse activo ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades de corazón.

La incorporación a la actividad física y laboral tras haber padecido un infarto de miocardio ha de hacerse de forma paulatina, sin realizar grandes esfuerzos y evitando el estrés. Se puede comenzar por dar paseos y poco a poco ir aumentando la intensidad. Nada de querer levantar pesas nada más salir del hospital.

Seguramente, al salir el hospital ya le habrán hecho las recomendaciones nutricionales pertinentes ajustadas a cada paciente en concreto, pero en líneas generales suelen coincidir en la eliminación de alimentos que contengan grasas saturadas y colesterol y evitar grandes atracones y el exceso de sal en las comidas.

Es importante tener en cuenta que todo esto son recomendaciones a nivel general. El médico hará un informe completo donde hablará sobre el caso en particular teniendo en cuenta la gravedad de cada caso y el estado del paciente al salir del hospital.

Cómo cuidar el corazón y las arterias

Para cuidar corazón y arterias es fundamental adoptar buenos hábitos que nos permitan llevar una vida ordenada y saludable.

Fundamental la alimentación y el ejercicio. Se acabó el sedentarismo y comida basura y, por supuesto, tenemos que incorporar alimentos y complementos naturales que nos aporten efectos positivos para nuestra salud cardiovascular.

Los ácidos grasos insaturados y los antioxidantes son fundamentales para mantener sano el sistema circulatorio. Los podemos encontrar en pescados como anchoas, sardinas, salmón, nueces, semillas de lino y comino negro o crustáceos como el Krill. Algunos de nuestros productos que incluyen estos ácidos grasos son:

Omega 3

de AMClinic

Mezcla única, novedosa y muy potente de Omega-3 de pescado y krill. Cuenta con diferentes certificados de garantía de calidad.

Flax Seed Oil

de AMClinic

Aceite de semillas de lino prensadas en frío y de cultivo orgánico que contiene ácido alfa linolénico (ALA) y lignanos.

La Quercetina y el Resveratrol son sustancias que juntas hacen sinergia y potencian sus efectos antiaging y antioxidante. En Valentia Biologics disponemos del producto Quercetina Plus de los laboratorios AMClinic. Si estás interesad@ en él puedes acceder a través de este enlace en nuestra página web. También pueden ser de utilidad otros productos como la Acetyl-Carnitina, D-Ribose, Vitamina K2, L-carnosina, Vitamina D3 o Citrato de Magnesio. Todos ellos los podréis encontrar en la sección de Sistema Circulatorio de nuestra página web

Hábitos para cuidar el corazón

Otros hábitos que podemos tomar para cuidar el corazón pueden ser limitar la ingesta de alimentos con azúcares añadidos, limitar el consumo de carne roja y procesada (en realidad cualquier alimento procesado es recomendable evitarlo), reducir la ingesta de alcohol (sobre todo cuando es en grandes cantidades y junto a refrescos), evitar los productos lácteos ricos en grasas y comer pocas porciones de pescado grasos a la semana. Por el contrario, sería interesante incluir alimentos integrales, verduras, frutas, legumbres, y alimentos ricos en grasas saludables.

Si ha padecido algún tipo de problema cardiovascular siga las instrucciones de su profesional de la salud. Desde Valentia Biologics estaremos encantados de ayudarle y asesorarle con los complementos alimenticios que le sean recomendados. Puede ponerse en contacto con nosotros en esta web o a través del teléfono 963524617.